Gimnasia volvió a jugar muy mal y fue derrotado por Ferro, con tanto de Gonzalo Aban, en la cancha del Verde.
El equipo de Arzubialde una vez más no mostró nada futbolísticamente, y lo llevó a pagar caros sus errores, ya que sobre los 30´ del complemento, tras un error de Barreña y Carlos De Giorgi, quienes no pudieron evitar la embestida del delantero Gonzalo Aban, quien marcó el gol definitivo.
Desde el arranque, el local salió a buscar el partido, con buen fútbol por momentos. La categoría de Castellani fue acompañada por la garra de Federico Lértora. Si bien, Ferro fue superior en esa primera etapa, no pudo concretar y terminó yéndose al descanso sin haber hecho ningún gol. Entre las jugadas de gol que tuvo el conjunto de Bianco, increíble el tanto que se perdió Lértora al finalizar la primera etapa, cuando abajo del arco se encontró con la pelota y la tiró por arriba del travesaño.
Gimnasia presentó un esquema conservador con un solo delantero y con volantes laterales sin oficio en esa posición. Lo poquito de Gimnasia pasaba por Luna, pero el “semilla” se encontraba muy solo en la creación. Arraya fue un espectador de lujo, ya que al delantero no le quedó ninguna situación clara de gol.
Ramasco y Yedro no estuvieron finos en contención y creció la figura de Castellani en el local, el volante fue habilitado para este partido por el órgano fiduciario que maneja los intereses de Ferro, el volante fue quien organizó el ataque del “verdolaga” y llevó siempre peligro a la ayer, endeble defensa “albiceleste”.
La segunda mitad del partido fue distinta a la primera parte. Ferro no tuvo la misma actitud ni el mismo buen fútbol que sí había mostrado por momentos en los primeros 45 minutos. Castellani se tiró atrás en el campo porque la pelota no le llegaba y desde ese lugar de la cancha -delante de los centrales- le empezó a costar más armar juego. Pero ya a esa altura era injusto pedirle más por todo lo que había corrido en el primer tiempo.
Por el bien de Ferro, su DT empezó a hacer cambios y hay que decirlo: acertó. Sobre todo cuando eligió poner en cancha a Gonzalo Abán, quien fue el que hizo el único gol de la tarde. Mérito del entrenador y también del delantero, que apenas tuvo una chanche, aprovechó un error del rival y la mandó adentro del arco.
Ni el manotazo de ahogado sobre el final de Romero por Alonso, hizo que el equipo diera un vuelco positivo, fue otro partido pobre de Gimnasia que lo dejó muy lejos y parecer haber sido un golpe a la ilusión.
