Gimnasia pudo ganar nuevamente en el “23 de Agosto” en una noche muy fría, aunque la victoria poco le sirve al equipo de Arzubialde que ya no pelea en los puestos de vanguardia. Si bien conserva algunas mínimas esperanzas matemáticas, la Promoción de la Primera División está muy lejos.
Esta vez le ganó 2 a 1 a un Instituto de Córdoba que pelea por un lugar en la Promoción a Primera, aunque con esta derrota se le complicó un poco el panorama.
El primer tiempo fue dominado por La Gloria que supo manejar bien la pelota y creó algunas situaciones claras de gol, como un remate de Zapata que dio en el travesaño y picó en la línea de gol. En esa primera etapa, los de Arzubialde no supieron encontrar los caminos necesarios para crear peligro en el arco de Carranza.
Ya sobre el final del primer tiempo, La Gloria logró ponerse en ventaja con gol de Sebastián Romero, situación que hizo estallar a los plateístas locales por el mal desempeño que mostraba el equipo.
En la segunda etapa, el Lobo salió más decidido que su rival y tuvo el control de la pelota. Los ingresos de Esteban Gil y Germán Castillo le dieron claridad al manejo del esférico y Gimnasia fue superior a Instituto a lo largo de toda la segunda parte a Instituto, que no inquietó nunca a Bernacchia.
De entrada, a los 2’ después de una jugada muy rápida, el Lobo pudo llegar al empate a través de Juan Arraya, quien esta vez pudo embocarla.
Después Gimnasia dominaba pero no lograba terminar bien las jugadas que hilvanaba y se moría todo en tres cuartos de cancha. Además, Gimnasia tenía un rival más dentro del campo de juego: el árbitro Alejandro Castro, quien tuvo un mal desempeño y en cada pelota dividida cobraba para los visitantes, encima no sacaba tarjetas ante las bruscas faltas de los jugadores de Instituto.
Sobre el final, cuando moría el partido y tras una buena jugada colectiva, Jeremías Caggiano metió un cabezazo certero y cruzado tras un buen centro y puso el 2 a 1 que sirve para salvar el honor en este Torneo Nacional.
