lunes, 22 de junio de 2009

UN GOLPE AL CORAZON


En el último partido del Lobo en Primera División en condición de local, volvió a sufrir una derrota en el “23 de Agosto”, esta vez en manos del milagroso Racing de Caruso Lombardi.

En el juego, la Academia hizo su juego y venció a Gimnasia en un partido muy aburrido. Los de Caruso aprovecharon una jugada aislada, se pusieron en ventaja a través de Franco Sosa y luego lo sentenciaron en el último minuto de juego por intermedio de Leandro González.

En un primer tiempo muy chato, ambos equipos sólo llevaron riesgo al arco de enfrente con jugadas de pelota parada. El Lobo arrancó un poco mejor, apenas un poco, y la movilidad de Mauricio Ferradas no alcanzó para inquietar a la defensa académica. Por el lado del visitante, Lucero estuvo desaparecido y, sin él, los de Avellaneda perdieron fútbol, ya que Grazzini también fue una sombra. Algún intento aislado de Lugüercio bastó para emparejar las cosas antes del descanso.

Sin embargo, el partido fue muy malo porque los dos parecían estar conformes con el empate, ya que Racing se aseguraba salvarse de la Promoción y el Lobo conseguiría un punto contra un grande en su estadio.

La apertura del marcador llegó a los doce minutos, y fue tras una jugada de balón parado, como no podía ser de otra manera. Franco Sosa, un ex hombre de la casa del Lobo, encontró una pelota boyando en el corazón del área y fusiló al arquero para el 1-0. Sin merecerlo, La Academia estaba arriba en el marcador, y por cómo se habían dado las cosas durante la hora de juego que se había disputado, era poco probable otro cambio en el resultado.

Arzubialde decidió entonces armar una línea de tres defensores, para darle más ofesividad al equipo, pero no funcionó. Con espacios en el campo, Leandro González definió una contra y sentenció el partido. Así, salvó al conjunto de Caruso de una posible Promoción. El Lobo se despidió de la Tacita de Plata con una derrota que duele porque el gol de Franco Sosa caló muy hondo en el corazón de todos los hinchas del Lobo. Queda una fecha, en la que los de Arzubialde serán árbitros de la definición del segundo descenso para definir quién lo acompañará al Torneo Nacional.

lunes, 15 de junio de 2009

UN LOBO QUE NO TIENE NADA DE SANTO


El duelo entre el Lobo y el Santo tucumano se presentaba como la inmejorable oportunidad de sumar tres puntos en pos de mantener la categoría para los segundos. Pero algo falló en los planes de San Martín de Tucumán. El equipo de Carlos Roldán cayó 1-0 ante el Lobo y de esta manera ahora está obligado a obtener los seis puntos restantes y esperar algún tropiezo de Gimnasia La Plata.


De entrada, el Santo contó con la iniciativa y presionó, a punto tal de arrinconar a los de Arzubialde en su área. Pero no tuvo variantes y le faltó cambio de ritmo para inquietar seriamente a una defensa que se mostró más sólida de lo habitual. Loeschbor, Rocco y Desvaux rechazaron cuanto centro cayó en sus inmediaciones, y Gastón Pezzutti se erigió como la figura de la cancha, descolgando pelotazos cruzados y mostrando prestancia para resolver.


Así, los locales, empujados por la impaciencia de su público, comenzaron a ir e ir y llegaron a descuidar demasiado su retaguardia. Por eso, no sorprendió que promediando la primera parte, las mejores situaciones fueran producto de los visitantes. El Lobo, ya descendido pero con el orgullo herido, fue a buscar la victoria y tras un córner, Silvio Iuvalé, de gran partido, capturó un rebote en el borde del área y con un soberbio derechazo puso el 1-0.


Se consumó el primer tiempo sin que San Martín diera señales de reacción, por eso Roldán decidió mover las piezas de su tablero para agregar agresividad. Nicolás Herrera y Matías Urbano a la cancha para sumar peso en ofensiva y a la carga por el empate. Y efectivamente el partido cambió de dueño.


Pelota y campo para el Santo y el empate empezó a merodear el arco de Pezzutti. Los centros comenzaron a caer desde todos los costados y la defensa de Gimnasia se cansó de rechazarlos. La falta de variantes y poca movilidad de mitad de cancha en adelante fueron las limitaciones propias con las que se chocó el Ciruja.


De este modo, los minutos pasaban angustiosamente para un equipo que no encontraba los caminos para vulnerar a la defensa rival, y encima Pezzutti se quedaba con lo poco que podía generar el local. Por eso, los nervios, la ansiedad y la necesidad hicieron mecha en los de Roldán que no variaron en su búsqueda por el empate. Centros y más centros que nunca parecieron inquietar seriamente al Lobo.


El partido se fue entre insultos para los tucumanos, que con esta derrota ahora se ven obligados a sacar los seis puntos restantes y esperar que Gimnasia LP caiga en alguna de sus presentaciones. Con dos eventuales victorias y cuatro puntos de los de Madelón, forzaría un desempate ante los platenses por un lugar en la Promoción, yéndose al descenso el perdedor.


Gimnasia, por su parte, dio una muestra de profesionalismo y en uno de los partidos más inteligentes que disputó en el torneo, hizo gala de una contundencia inédita en la temporada y se quedó con un buen triunfo. De todos modos, debe poner su cabeza en su próxima temporada en la Primera B Nacional.

miércoles, 10 de junio de 2009

EL LOBO VA CON TITULARES
Entrado el mes de Junio, Gimnasia asume el descenso y propondrá para enfrentar a los tucumanos a un equipo titular en casi todas sus líneas.
De todas maneras, quien se pierde el cotejo del domingo a las 15:00 será Diego Mateo. El ex San Lorenzo sufrió un duro golpe durante el último entrenamiento en el Complejo Celulosa y ya confirmó su ausencia.
Por otro lado, la formación que propone Arzubialde para este domingo despejó las dudas que se tenían en cuanto a la suposición de un planteo con mayoría de suplentes, opción que beneficiaría a los tucumanos, un club de los denominados “amigos de la casa”.
Finalmente, despejadas todas las suposiciones, se especulará con que Gimnasia desempeñe un buen papel en sus últimos encuentros, los cuales servirán de “vidriera” para sus jugadores, algunos de éstos con destinos ya trazados en clubes de primera división.