(Por Fabian Vargas) Nadie desconoce que la situación del Lobo en cuanto al promedio del descenso es muy delicada. Y un Lanús inteligente lo complico aun más en la caída libre que el equipo emprendió ya hace rato.
El equipo no encuentra respuestas en lo futbolístico a este momento tan malo. Lo demuestran los malos rendimientos de varios jugadores, entiéndase Calandria, Ferradas, Ricky Gómez o Loeschbor.
El delantero de área no encuentra definitivamente el camino al gol. Tuvo dos oportunidades muy claras que no supo definir. Ricky ya no es el mismo de antes. Sus subidas por el sector izquierdo carecen de sorpresa. El central está muy impreciso y Ferradas no encuentra un lugar fijo en la cancha.
Tan solo se puede rescatar la entrega de Mateo, el estandarte del mediocampo, que recibió varias ovaciones por parte de la gente. Pero de tres cuartos de cancha en adelante, el Lobo se va diluyendo como agua de las manos. Hace las cosas bien hasta que llega a ese sector de la cancha.
A los 8’ Ferradas tuvo en su cabeza la primera situación de gol del partido, pero el remate se fue desviado. Después, Lugo cortó un remate de Calandria justo cuando iba a rematar. Unos minutos más tarde, Faccioli salvó dos veces a Lanús sobre la línea tras los remates de Calandria y Ferradas. Gimnasia jugaba un poco mejor pero no concretaba en la red de enfrente. Y ya sabemos como es esta historia: los goles que no se hacen en el arco de enfrente…
Lanús tuvo su oportunidad a los 22’ cuando Ledesma remató desde fuera del área y la pelota se estrelló contra el palo del arco de Pezzutti. Unos minutos más tarde el Grana tuvo otra con un remate de Blanco que se fue muy cerca. Más tarde Calandria ganó de cabeza pero el remate se fue desviado.
Y pasó lo que tenía que pasar. Blanco desbordó por el sector izquierdo y metió un centro que Pezzutti despejó a medias y le dejó la pelota servida al Conejito Biglieri, que no tuvo más que clavarla en la red. 0-1.
En el segundo tiempo, Lanús pareció despertar y se acercó con una combinación entre Blanco y Arce, que Sand definió muy mal. A los 13’ el arquero debutante Marchesin le tapó un zurdazo a Calandria y la gente perdió definitivamente la paciencia con el delantero. Más tarde, Valeri se pierde el segundo gol del Granate. En este tramo del partido, el Lobo controlaba la pelota, pero se exponía mucho a alguna contra del equipo de Zubeldía.
A esta altura del partido, el arquero granate ya era la figura del partido. Tapó todos los remates de los jugadores de Gimnasia y se quedó con todos los centros que pasaron cerca suyo. Cuando transcurría la media hora del complemento, le tapó un remate a Luna y otro a Busse. Luego el partido entró en un impass hasta que, cuando el Lobo intentaba empatar, el Grana lo liquidó con un remate del recién ingresado Salvio, que no tuvo más que empujarla después de una gran jugada de Ledesma.
El futuro de Gimnasia es incierto y preocupante. El futuro de Labruna es una incógnita. Ulloa se hizo presente en el vestuario luego del partido y todos sabemos lo que eso significa. Los jugadores están preocupados por el difícil momento futbolístico que atraviesa el equipo. Será cuestión de arremangarse y prepararse para lo que venga.
El equipo no encuentra respuestas en lo futbolístico a este momento tan malo. Lo demuestran los malos rendimientos de varios jugadores, entiéndase Calandria, Ferradas, Ricky Gómez o Loeschbor.
El delantero de área no encuentra definitivamente el camino al gol. Tuvo dos oportunidades muy claras que no supo definir. Ricky ya no es el mismo de antes. Sus subidas por el sector izquierdo carecen de sorpresa. El central está muy impreciso y Ferradas no encuentra un lugar fijo en la cancha.
Tan solo se puede rescatar la entrega de Mateo, el estandarte del mediocampo, que recibió varias ovaciones por parte de la gente. Pero de tres cuartos de cancha en adelante, el Lobo se va diluyendo como agua de las manos. Hace las cosas bien hasta que llega a ese sector de la cancha.
A los 8’ Ferradas tuvo en su cabeza la primera situación de gol del partido, pero el remate se fue desviado. Después, Lugo cortó un remate de Calandria justo cuando iba a rematar. Unos minutos más tarde, Faccioli salvó dos veces a Lanús sobre la línea tras los remates de Calandria y Ferradas. Gimnasia jugaba un poco mejor pero no concretaba en la red de enfrente. Y ya sabemos como es esta historia: los goles que no se hacen en el arco de enfrente…
Lanús tuvo su oportunidad a los 22’ cuando Ledesma remató desde fuera del área y la pelota se estrelló contra el palo del arco de Pezzutti. Unos minutos más tarde el Grana tuvo otra con un remate de Blanco que se fue muy cerca. Más tarde Calandria ganó de cabeza pero el remate se fue desviado.
Y pasó lo que tenía que pasar. Blanco desbordó por el sector izquierdo y metió un centro que Pezzutti despejó a medias y le dejó la pelota servida al Conejito Biglieri, que no tuvo más que clavarla en la red. 0-1.
En el segundo tiempo, Lanús pareció despertar y se acercó con una combinación entre Blanco y Arce, que Sand definió muy mal. A los 13’ el arquero debutante Marchesin le tapó un zurdazo a Calandria y la gente perdió definitivamente la paciencia con el delantero. Más tarde, Valeri se pierde el segundo gol del Granate. En este tramo del partido, el Lobo controlaba la pelota, pero se exponía mucho a alguna contra del equipo de Zubeldía.
A esta altura del partido, el arquero granate ya era la figura del partido. Tapó todos los remates de los jugadores de Gimnasia y se quedó con todos los centros que pasaron cerca suyo. Cuando transcurría la media hora del complemento, le tapó un remate a Luna y otro a Busse. Luego el partido entró en un impass hasta que, cuando el Lobo intentaba empatar, el Grana lo liquidó con un remate del recién ingresado Salvio, que no tuvo más que empujarla después de una gran jugada de Ledesma.
El futuro de Gimnasia es incierto y preocupante. El futuro de Labruna es una incógnita. Ulloa se hizo presente en el vestuario luego del partido y todos sabemos lo que eso significa. Los jugadores están preocupados por el difícil momento futbolístico que atraviesa el equipo. Será cuestión de arremangarse y prepararse para lo que venga.