domingo, 21 de marzo de 2010

LO QUE EL VIENTO SE LLEVO


Gimnasia estuvo muy cerca de quedarse con la quinta victoria consecutiva en el Torneo Nacional, pero a los 48’ del complemento en un gol anecdótico del arquero Capogrosso con la complicidad involuntaria de Carlos De Giorgi y el viento a favor de la C.A.I., que le entregó la igualdad al equipo del sur del país en uno en esta vigésima octava fecha.

El cotejo fue muy parejo, en todas las líneas y la división de puntos en el balance final termina siendo justo ya que fue un tiempo para cada uno. En los primeros 45’ el que dominó y gozó de mejores posibilidades fue el local, mientras que en la segunda mitad el “lobo” jujeño tuvo la pelota y unas cuantas oportunidades.

El estudio y la pasividad en ambos equipos se extendió por mucho tiempo, y también es importante manifestar que el viento jugó un papel sumamente importante, y fue el protagonista en uno de los tantos en este caso en la paridad del conjunto “chubutense”. Pero cabe recordar que el sabor con el que se quedó el plantel “albiceleste” fue amargo, debido a que estuvieron a escasos dos minutos para festejar un nuevo triunfo.

Algunos hinchas del Lobo llegaron a decir presente en el estadio Municipal de Comodoro Rivadavia, que presentaba un colorido agradable.

En los primeros minutos la C.A.I. fue quien inquieto en varias oportunidades, en donde la defensa de Gimnasia dejo algunas grietas que fueron salvadas de manera espectacular por Carlos De Giorgi quien tuvo una buena actuación en este periodo.

A los 8’ Piñero remató adentro del área ante el descuido defensivo de los conducidos por Héctor Arzubialde, pasando cerca el remate del delantero. Gimnasia en ese momento estaba ausente en la faz ofensiva, llegando solo a través de algún remate de larga distancia, pero no terminaba de acomodarse en el terreno de juego.

Sobre los 17’ el local volvió a llegar con riesgo, esta vez con un disparo de Mauro Villegas que pudo controlar en un sólo tiempo Carlos De Giorgi. La primera jugada de peligro del Lobo llegó a los 19’ con un remate de larga distancia de Silvio Iuvalé que fue tomado por Dario Capogrosso.

A los 20’ nuevamente Villegas tuvo en su pierna derecha una posibilidad inmejorable, pero de manera espectacular termina salvando De Giorgi cuando el delantero estaba sólo frente al arco.

Sobre los 21’ él que también probó de larga distancia fue Jorge Luna, quien no gravitó mucho en el pleito, y eso lo terminó sintiendo Gimnasia. Durante ese tiempo el que tenia la pelota era el local, que con Villegas y Piñero, se acercaron bastante a la portería “albiceleste”. A los 28’ Villegas una vez más se topo con Carlos De Giorgi quien le ahogo el grito al goleador.

El primer capitulo se cerraría con la igualdad en cero, dejando una mejor imagen el local, ya que Gimnasia prácticamente no llevó riesgo al marco de Capogrosso.

En el complemento la historia se iba a dar vuelta, porque fue el Lobo quien propuso de tres cuartos de cancha hacia adelante, a pesar de tener el viento en contra.

El conjunto de Héctor Arzubialde se las ingenió para acercarse con peligrosidad a la valla local. A los 15’ Luna desde afuera avisó aunque su remate no llevo consecuencias para el marco de la C.A.I.

Los conducidos por Marini Medero, en este periodo tiraron por tierra todo lo bueno que hicieron en la etapa inicial. Sobre los 17’ fue Castillo quien se animó desde afuera del área para ilusionar al puñado de jujeños que estaba en la platea.

El tanto de Gimnasia llegó a los 46’ después de una gran definición de Antonio Romero quien recibió un pase milimétrico de Castillo, el delantero había ingresado a los 39’ del complemento y pudo marcar por segunda vez en este certamen.

Todo era felicidad en el banco de suplentes del Lobo ya que el encuentro se estaba esfumando y con él la victoria parecía un hecho, pero a los 48’ Capogrosso desde 70 metros clavó un gol insólito. De Giorgi tuvo un porcentaje de responsabilidad, como así también el viento que una vez más soplo a favor del local para encontrarse la igualdad ante el “albiceleste”.

La tarde fue cayendo en Comodoro Rivadavia y el viento dejó de soplar, pero la tristeza se adueñó de un vestuario que estuvo muy cerca de festejar, pero se terminó quedando con un punto y un sabor amargo en la boca.