(por Fabian Vargas) Ese es el mensaje que quedó tras la dura derrota del Lobo en el “23 de Agosto” y que decretó el descenso de categoría tan temido por los hinchas. Pero el Lobo murió de pie, porque se le plantó a un Vélez con aspiraciones de campeón y lo tuvo acorralado en el primer tiempo y mereció mejor suerte que los de Liniers.
Con el amor propio de los de Arzubialde, Gimnasia llegó al arco de Montoya con un cabezazo de Rocco, cuyo rebote terminó en un remate de Busse que se fue al tiro de esquina. Unos minutos más tarde, el único susto que sufrió el Lobo en el primer tiempo fue un tiro libre del chileno Waldo Ponce que se estrelló en el travesaño.
Luego se sucedieron los remates de Silva, Busse y Montenegro, todos ocasiones claras de gol para el Lobo. Vélez pareció reaccionar en los últimos minutos de la primera etapa, con dos ocasiones del uruguayo Rodrigo López y una de Cristaldo que se fueron cerca.
El segundo tiempo lo encontró a Gimnasia dormido en el arranque, y los de Gareca tuvieron dos ocasiones seguidas en los pies de López y Cristaldo. Y a los 5’ Ladino descuidó la subida de Emiliano Papa, que pudo meter un centro muy preciso para Cristaldo que la metió en el arco de Pezzutti, que no tuvo nada que hacer. 1 a 0 y sentencia.
A partir de allí, el bajón anímico del equipo del Mariscal fue irremontable. Tan solo una situación que ni Pochola Silva ni Pipo Desvaux pudieron cabecear en el área chica. Después fue todo de Vélez, que neutralizó bien el ataque de Gimnasia y no le dio oportunidad de igualar el encuentro.
Gimnasia se fue a la B, es una jornada muy triste para el hincha jujeño. El equipo tendrá tres fechas de regalo para definir la situación de los jugadores de cara al Torneo Nacional y poder armar un equipo competitivo para lograr la tan ansiada vuelta a Primera División.
Una vez finalizado el partido, rodaron muchas lágrimas en el “23 de Agosto” y las caras de tristeza se multiplicaban. Pero resonó el estadio en un solo grito, que envuelve las esperanzas de todos los hinchas del Lobo: “Vamos a volver”.
Con el amor propio de los de Arzubialde, Gimnasia llegó al arco de Montoya con un cabezazo de Rocco, cuyo rebote terminó en un remate de Busse que se fue al tiro de esquina. Unos minutos más tarde, el único susto que sufrió el Lobo en el primer tiempo fue un tiro libre del chileno Waldo Ponce que se estrelló en el travesaño.
Luego se sucedieron los remates de Silva, Busse y Montenegro, todos ocasiones claras de gol para el Lobo. Vélez pareció reaccionar en los últimos minutos de la primera etapa, con dos ocasiones del uruguayo Rodrigo López y una de Cristaldo que se fueron cerca.
El segundo tiempo lo encontró a Gimnasia dormido en el arranque, y los de Gareca tuvieron dos ocasiones seguidas en los pies de López y Cristaldo. Y a los 5’ Ladino descuidó la subida de Emiliano Papa, que pudo meter un centro muy preciso para Cristaldo que la metió en el arco de Pezzutti, que no tuvo nada que hacer. 1 a 0 y sentencia.
A partir de allí, el bajón anímico del equipo del Mariscal fue irremontable. Tan solo una situación que ni Pochola Silva ni Pipo Desvaux pudieron cabecear en el área chica. Después fue todo de Vélez, que neutralizó bien el ataque de Gimnasia y no le dio oportunidad de igualar el encuentro.
Gimnasia se fue a la B, es una jornada muy triste para el hincha jujeño. El equipo tendrá tres fechas de regalo para definir la situación de los jugadores de cara al Torneo Nacional y poder armar un equipo competitivo para lograr la tan ansiada vuelta a Primera División.
Una vez finalizado el partido, rodaron muchas lágrimas en el “23 de Agosto” y las caras de tristeza se multiplicaban. Pero resonó el estadio en un solo grito, que envuelve las esperanzas de todos los hinchas del Lobo: “Vamos a volver”.
