lunes, 18 de mayo de 2009

NOCAUT TECNICO


(Por Fabian Vargas) Gimnasia volvió a perder. Esta vez con San Lorenzo y en el "23 de Agosto". Y el Santo le propinó un golpe que provocó un nicaut técnico, porque si bien el Lobo todavía mantiene alguna luz de esperanza en las matemáticas, el descenso de categoría prácticamente está sentenciado.

El equipo de Arzubialde jugó un primer tiempo aceptable ante los del Cholo, generando algunas situaciones de gol, como las de Busse, que pasó junto al palo del arco que protegía Hilario Navarro; la palomita dentro del área de Desvaux, que se fue cerca; y la de Miranda, que nunca le encontró la vuelta al partido.

San Lorenzo había tenido un remate de Adrían González cuando empezaba el partido y un claro penal que cometío Ladino al Papu Gómez, que Favale no cobró.

La segunda etapa fue totalmente diferente. el Lobo parecía salir decidido a buscar el desequilibrio en el marcador, cuando Ricky Gómez remató al arco y Navarro controló en dos tiempos. Sin embargo, a los 11' luego de una serie de rebotes en el área, Gonzalo Bergessio fusiló a Pezzutti y puso el 0-1, que iba a ser decisivo en el encuentro ya que , a partir de allí, los de Arzubialde se derrumbaron anímicamente y parecieron bajar el telón.

Los de Simeone, tomaron las riendas del partido y manejaron el encuentro a su antojo, hasta que a los 19' el uruguayo Fornaroli (que ingresó en el segundo tiempo) definió de media vuelta, luego de una buena jugada de los cuervos.

Si Gimnasia mantenía alguna esperanza de empatar el partido, con el segundo gol de San Lorenzo, terminó de enterrar cualquier tipo de esperanzas. Las tribunas estaban en silencio y la hinchada pedía a Pochola Silva que minutos más tarde ingresó, pero no tuvo las chances necesarias para demostrar.

Ásí, casi por inercia, llegó el tercero del Cuervo luego de una corrida monumental de Bergessio que llegó hasta el fondo y tiró un centro a la cabeza de Fornaroli, que marcó de cabeza sentenciando el destino del Lobo. Un destino que se escribe con B de bodrio, de bodrio anímico claro. y que encontró a los hinchas insultando a Ulloa, a la Comisión Directiva y a los jugadores una vez finalizado el encuentro.