Gimnasia se la juega como local este viernes con el “Sabalero” y en disputa hay más de tres puntos. Se jugará como una verdadera final ya que Colón es un rival directo en la lucha por no descender, aunque viene “dulce” después de ganar de buena forma en Santa Fe (3 a 2 a Banfield).
Sin embargo, al equipo de Mohamed no le fue bien de visitante hace dos fechas: perdió con Olimpo en Bahia y dejó pasar un buena chance de engrosar su promedio.
Hoy los santafecinos sólo están por encima de Central, Racing y Gimnasia en la tabla por no descender, pero se afirman en la general con 17 puntos. Se ve que con la llegada de Mohamed, este equipo no solo cambió en lo futbolístico, sino que aumentó en su coeficiente y por ende, en su confianza.
Por otro lado, la fe es lo último que se pierde y los jugadores y la gente lo saben. Todavía quedan posibilidades de zafar del descenso y de terminar el campeonato con una sonrisa, para ello el “23 de agosto” tiene que estar colmado ya que la gente deberá estar a la altura de un proceso que “empieza por casa”.
Para el cotejo del viernes se espera el retorno de Mateo, quien por un golpe en la rodilla no pudo estar contra Huracán y se lo extraño mucho. Mientras que la ausencia de Ramasco por suspensión (llegó a la quinta amarilla) obligará a Labruna a mover el tablero una vez más. Tal vez sea el turno de Iuvalé, quien en su último partido como local anotó un gol de cabeza, ¿podrá repetir?.
Convertir goles es vital como el agua para el “Lobo”, a quien se lo vio la fecha pasada muy impreciso en la definición. Contra el “Globito” hubo oportunidades de empatar el partido a pesar de jugar mal, pero se desperdiciaron increíblemente y eso fue determinante en el resultado final.
Finalmente, en palabras de Labruna: “habrá que meter de entrada”. Se juegan cosas importantes ,el equipo sólo debe ser preciso y estar concentrado. Ya le pasó a Gimnasia que cuando lo “primerearon” sólo conoció “la lona” y se fue del cuadrilátero sin pena ni gloria.
Sin embargo, al equipo de Mohamed no le fue bien de visitante hace dos fechas: perdió con Olimpo en Bahia y dejó pasar un buena chance de engrosar su promedio.
Hoy los santafecinos sólo están por encima de Central, Racing y Gimnasia en la tabla por no descender, pero se afirman en la general con 17 puntos. Se ve que con la llegada de Mohamed, este equipo no solo cambió en lo futbolístico, sino que aumentó en su coeficiente y por ende, en su confianza.
Por otro lado, la fe es lo último que se pierde y los jugadores y la gente lo saben. Todavía quedan posibilidades de zafar del descenso y de terminar el campeonato con una sonrisa, para ello el “23 de agosto” tiene que estar colmado ya que la gente deberá estar a la altura de un proceso que “empieza por casa”.
Para el cotejo del viernes se espera el retorno de Mateo, quien por un golpe en la rodilla no pudo estar contra Huracán y se lo extraño mucho. Mientras que la ausencia de Ramasco por suspensión (llegó a la quinta amarilla) obligará a Labruna a mover el tablero una vez más. Tal vez sea el turno de Iuvalé, quien en su último partido como local anotó un gol de cabeza, ¿podrá repetir?.
Convertir goles es vital como el agua para el “Lobo”, a quien se lo vio la fecha pasada muy impreciso en la definición. Contra el “Globito” hubo oportunidades de empatar el partido a pesar de jugar mal, pero se desperdiciaron increíblemente y eso fue determinante en el resultado final.
Finalmente, en palabras de Labruna: “habrá que meter de entrada”. Se juegan cosas importantes ,el equipo sólo debe ser preciso y estar concentrado. Ya le pasó a Gimnasia que cuando lo “primerearon” sólo conoció “la lona” y se fue del cuadrilátero sin pena ni gloria.
