lunes, 9 de febrero de 2009

EL LOBO JUGO MUY BIEN PERO LA SUERTE NO ESTUVO DE SU LADO


(Por Fabian Vargas) Gimnasia debutó en el torneo Clausura jugando contra el último campeón, Boca Juniors, y fue derrota en el “23 de Agosto” por dos goles a uno (Noir y Viatri para el Xeneize y Calandria descontó para el Lobo) en un partido que mereció más suerte.

Casi de la misma forma en que en el torneo pasado, el Lobo jugaba mejor que sus rivales en los partidos de visitante y terminaba con las manos vacías, el equipo de Labruna demostró buen fútbol y gran rendimiento en todas sus líneas. Se destacan las actuaciones de Busse y Ferradas que lo tuvieron a mal traer a Morel todo el partido.

Ya de entrada, a los 7’; Calandria estrelló un remate en el palo del arco de Abbondanzieri, era un aviso de lo que iba a ser el encuentro. La respuesta por parte de los xeneizes fue casi inmediata, porque Morel metió un centro que Mouche cabeceó cerca.

Entonces Busse comenzó a inquietar por el flanco izquierdo de la defensa de Boca, enganchaba por aquí y por allá y metía unos piques que hacían que la gente se pare en la platea a esperar la resolución de l jugada. Y el chiquitín le pegó al arco y controló el Pato en dos tiempos.

El partido era de ida y vuelta así que los de Ischia no se quedaron atrás. Provocaron un corner que Riquelme casi transforma en olímpico. Fue lo único que hizo el diez de Boca en l primer tiempo, porque Mateo lo controló muy bien. A los 30’ Pezzutti le tapó un mano a mano a Nicolás Gaitán. Y en una de las últims del primer tiempo, Calandria le pegó al arco y su remate se desvió en Roncaglia, provocando que la pelota casi se meta en el ángulo izquierdo, de no ser porque Abbondanzieri llegó con lo justo y la pudo sacar al corner.

Gimnasia merecía más que Boca, pero le faltaba puntería. El segundo tiempo comenzó de la misma forma: Gimnasia atacando al último campeón. A los 7’ Ricky Gómez tiró un centro y Calandria increíblemente se lo perdió abajo del arco. La gente murmurba que el delantero estaba mufado.

Fue entonces que Boca empezó a levantar un poco y a emparejar el trámite. El juvenil Nicolás Gaitán remató dos veces al arco y el Lobo empezaba a inquietarse. Pero respondía con un remate de Ricky Gómez que se estrellaba en el palo. Definitivamente, la suerte no acompañaba a Gimnasia y tampoco el arbitraje de Bassi que fue desastroso y siempre favoreciendo al equipo de la Ribera. Por momentos, inclinó mucho la cancha y no sacó varias tarjetas, además de no cobrar un penal grande como la cancha a Ricky Gómez en el primer tiempo.

Luego se sucedieron diez minutos en los que Mateo perdió la marca de Riquelme y lo dejó moverse libremente por la cancha. Error fatal. Primero, el enganche la quiso colocar y se fue cerca. Luego intervino en la jugada del primer gol a los 27’, llevándose marcas y dándosela a Gaitán para que remate al arco, Pezzutti dio rebote y Noir (que recién había ingresado) puso el 1 a 0 para Boca.

A partir de allí, Gimnasia se cayó anímicamente y, por lo tanto, bajó también el rendimiento. Boca lo supo aprovechar y Viatri tuvo dos oportunidades que fueron bien controladas por Pezzutti. Y a los 38’ Ibarra tocó para Riquelme, que habilitó de taco a Viatri y éste remató fuertísimo al arco clavándola en el ángulo izquierdo de Pezzutti. 2 a 0 y partido terminado. Sólo quedó tiempo para que Ferradas meta un centro que Calandria logró convertir en gol, pero ya no había tiempo para más. El Lobo intentó una breve resurrección en los minutos que adicionaron, pero no fue suficiente.

El Lobo perdió si, pero logró un buen rendimiento en sus líneas. Si logra corregir los bajones anímicos y hacer que los refuerzos encajen en este equipo, podemos soñar con permanecer en Primera. Boca se encontró con un rival durísimo que no le va a regalar nada a nadie. Y eso es un buen augurio.