Siendo apenas un poco mas, Gimnasia de La Plata se quedó con la victoria, con el gol de Vargas. Los de Ragusa jugaron un buen primer tiempo y se desdibujaron en el complemento. Tuvo sus chances el equipo jujeño pero terminó sin ideas, una vez que Luna fue sustituido.
En el primer tiempo los locales intentaron en varias ocasiones abrir su juego por las bandas con Casco y Chávez, obligado por la buena defensa de los jujeños por la zona media. A los 12m la mas clara llegó de cabeza para los de Troglio que Crivelli atajó de manera magnifica muy abajo sobre su palo derecho. A los 20m se equilibró y Chitzoff exigió con remate cruzado a Moretti.
Mas allá de algunas jugadas de Chávez en profundidad, los de La Plata alternó centros erráticos y tibios remates. Los de Ragusa nunca perdieron el orden y aunque retrocedió unos metros por momentos, tuvo sus chances de pelota parada y gran movilidad para hacer de la posesión intentos concretos de gestación para sus llegadas al área rival.
En el inicio del complemento, una pared entre Vargas y Quiñones, en la puerta del área grande le permitieron a este ultimo enviar un remate frontal que se fue apenas arriba del travesaño de Crivelli. A los 14m Vargas facturó el retroceso del lobo jujeño en el campo, y desde un espacio que le permitieron por izquierda en el área, el uruguayo definió al ángulo, marcando el 1 a 0.
A los 19m, el arquero platense le atajó un gran mano a mano a Ferreyra; y a los 24m el palo evitó el segundo gol de los Troglio, tras el remate rasante de Capurro. Ragusa, desde el minuto 25, decidió jugar con Gabriel Diaz (salió Saucedo), con Triverio (salió Chitzoff) y sin Luna (ingresó Magno). Desde allí el equipo jujeño no volvió a disputar el dominio del partido.
Una parte final del Lobo donde careció de referencia en ataque, conducción en el medio e ideas. Siendo apenas un poco mas, los de La Plata se quedaron con los tres puntos. Ragusa deberá trabajar en Gimnasia, sobre todo en sus variantes, porque si bien las diferencias futbolísticas no fueron amplias, se nota una merma en el rendimiento cuando ingresan los que no son titulares habitualmente y, teniendo en cuenta que este es un campeonato largo, en algún momento Ragusa tendrá que echar mano obligadamente al banco de suplentes.