domingo, 23 de agosto de 2009

CON LAS MANOS VACIAS


Gimnasia inició una nueva temporada con la ilusión de volver a Primera División, aunque esa ilusión –por ahora- sea todavía un espejismo. En que en el debut en la divisional como local ante Unión de Santa Fé, el equipo dejó más dudas que certezas, ya que perdió un el encuentro cuando tuvo todo a mano como para poder quedarse con los tres puntos.

¿El resultado? Fue 2-3 con un gol sobre la hora de Pedro Suárez tras algunos rebotes en el área, dejando de esa manera al Lobo con las manos vacías.

Pero comencemos desde el principio. El primer tiempo fue malo, ninguno de los dos equipos propuso nada y los de Arzubialde –que fueron un poquitito más que los dirigidos por Fernando Alí- no encontraron el rumbo para abrir el marcador. A los 9’ Caggiano cabeceó un centro de Luna y estrelló la pelota en el palo, luego se fue afuera.

Un minito más tarde, Caggiano se mandó una buena corrida desde el mediocampo, pero la jugada terminó en un mal centro para Arraya. A los 13’ Luna casi mete un gol olímpico y un minuto más tarde se lo pierde Arraya de cabeza.

A los 18’ recién tuvo lugar la primera llegada clara de los tatengues, cuando Ariel Cóltzera (ex Huracán) se lo perdió solo frente al arco de De Giorgi. Tres minutos más tarde, el Tatengue tuvo un tiro libre que pateó Matías Donnet y que el arquero del Lobo sacó al córner tras una volada.

Fue entonces cuando a los 32’ Germán Weiner remató al arco al ras del piso y clavó el primer gol para los de Santa Fé. 0-1 en el marcador y cachetazo para los de Arzubialde. A los 42’ el juvenil Maximiliano Rodríguez tuvo una chance que se fue por encima del travesaño. El Lobo no encontraba el rumbo del partido.

Y entonces, a los 43’ Unión tuvo un tiro libre en el borde del área, que fue ejecutado por Gonzalo Saucedo clavándola en el ángulo superior derecho de De Giorgi. Con el 0-2 el partido parecía liquidado porque el equipo del Mariscal no daba muestras de recuperación. Tan sólo un remate de Luna que dio en el palo antes del cierre de la primera etapa.

Para el segundo tiempo, Arzubialde dipuso dos cambios de entrada: Germán Castillo por Gabriel Ruiz y Fernández Francou por Facundo Torres (de mal primer tiempo, la gente se impacientó con él). Los cambios surtieron efecto de inmediato, ya que al minuto de juego Germán Castillo descontó para Gimnasia haciéndole un gol a su ex equipo. 1-2.

A los 4’ Fernández Francou se perdió el empate sólo frente al arco de Caprio y Gimnasia parecía reaccionar, la gente se levantaba. Luego se sucedieron dos jugadas de Unión a los 12’ y a los 15’ con un cabezazo de Vera y un remate de Sergio Fernández que salió cerca. Entonces, Jorge Luna se puso el equipo al hombro y fue el jugador que el Lobo necesitaba en la temporada pasada, provocó un córner y luego del mismo su remate se fue cerca.

Gimnasia fue creciendo en el rendimiento colectivo y a los 20’ luego de un centro de Fernández Francou, Arraya clavó el empate de cabeza y desató la alegría en el “23 de Agosto”. Después de un primer tiempo mediocre en el que parecía todo perdido, el Lobo empataba el encuentro. Inmediatamente después, Gimnasia tuvo el tercero en los puies de Germán Castillo.

Pero a los 29’, luego de que Matías Donnet estrelló una pelota en el palo, el árbitro cobró un penal para los tatengues. Cóltzera se hizo cargo de la ejecución y lo estrelló en el travesaño. La suerte parecía estar del lado del Lobo. Más tarde, Arraya tuvo el tercero en una definición que se fue alta luego de una buena jugada de Luna.

Gimnasia tuvo una más en los pies de Maxi Rodríguez (éste no es La Fiera), con un remate que el arquero tatengue sacó al córner. A los 45’ Weiner se lo perdió tras un error del fondo de Gimnasia, parecía un indicio ya que un minuto más tarde Pedro Suárez sentenció la derrota del Lobo tras una serie de rebotes en el área y un descuido de los defensores.

El lobo se quedó sin nada y dejó dos imágenes distintas: la del primer tiempo, pálida y de un equipo sin reacción, que no le encontró nunca la vuelta al partido; y la del segundo, donde mostró reacción, buen juego y actitud. Pero deberá corregir errores fatales como el de la última jugada si quiere pelear arriba en el campeonato. Es cuestión de tiempo.