En el último partido del Lobo en Primera División en condición de local, volvió a sufrir una derrota en el “23 de Agosto”, esta vez en manos del milagroso Racing de Caruso Lombardi.
En el juego,
En un primer tiempo muy chato, ambos equipos sólo llevaron riesgo al arco de enfrente con jugadas de pelota parada. El Lobo arrancó un poco mejor, apenas un poco, y la movilidad de Mauricio Ferradas no alcanzó para inquietar a la defensa académica. Por el lado del visitante, Lucero estuvo desaparecido y, sin él, los de Avellaneda perdieron fútbol, ya que Grazzini también fue una sombra. Algún intento aislado de Lugüercio bastó para emparejar las cosas antes del descanso.
Sin embargo, el partido fue muy malo porque los dos parecían estar conformes con el empate, ya que Racing se aseguraba salvarse de
La apertura del marcador llegó a los doce minutos, y fue tras una jugada de balón parado, como no podía ser de otra manera. Franco Sosa, un ex hombre de la casa del Lobo, encontró una pelota boyando en el corazón del área y fusiló al arquero para el 1-0. Sin merecerlo,
Arzubialde decidió entonces armar una línea de tres defensores, para darle más ofesividad al equipo, pero no funcionó. Con espacios en el campo, Leandro González definió una contra y sentenció el partido. Así, salvó al conjunto de Caruso de una posible Promoción. El Lobo se despidió de